DESARROLLANDO LA MOTRICIDAD FINA

La estimulación de la motricidad fina (músculos de la mano) es fundamental antes del aprendizaje de la lectura-escritura. Si analizamos que la escritura requiere de una coordinación y entrenamiento motriz de las manos, nos damos cuenta de que es de suma importancia que el maestro de segundo de básica realice una serie de ejercicios, secuenciales en complejidad, para lograr el dominio y destreza de los músculos finos de dedos y manos.
Un buen desarrollo de esa destreza se reflejará cuando el niño comience a manejar los signos gráficos con movimientos armónicos y uniformes de su mano en la hoja de cuaderno.
El gran número de niños con disgrafias (mala letra) se debe simplemente a la falta de estimulación de la motricidad fina. Al hablar de disgrafías es fundamental que padres y maestros tomen conciencia de que se puede adecuar forma, dirección, uniformidad y esparcimiento de las letras, pero hay niños que agregan rasgos o trazos para que la letra se vea más bonita. Esto debemos respetar, si la letra se entiende, ya que se constituye parte de la personalidad.